viernes, mayo 26, 2006

Paradojas (I)

Montenegro vota sí: ninguna relación

Montenegro vota no: lección ubicua
Los trucos dialécticos de los tertulianos de ventaja. Siempre hay un comodín. Incluso una carta marcada. O en la manga. Eslovaquia, Lituania (o Estonia), Eslovenia, Montenegro, ¿Kosovo? éste tampoco existió nunca y al igual que el nuevo estado europeo forma parte indisoluble de la tradición histórica y cultural de la
madre patria serbia. Bueno, aquí la capital de la realidade nacional gallega es el santuario del nacionalcatolicismo laico pre-dominante. Puntos de conexión (y fuga).

Y es que Montenegro puede ser muy diferente a Galeusk(c)a y al resto de países que han nacido en los últimos quince años. Pero hay algo significativo: En 1992 eran más proserbios que los serbios (se nagaron a dar a Kosovo un
status republicano en le neofederación yugoslava) y sólo un 5 ó 10 por ciento quería la separación. Ahora son 550 de cada mil. De todas formas en algunos sitios ni siquiera hubo referendum, Y ahora son miembros de pleno provecho de la UE.

Hay quien piensa que la política española marcha sobre el mismo carril circular una y otra vez. Desconoce quizá la teoría de los ciclos históricos o a Braudel. Sin negarle argumentos. Pero el ejemplo de Montenegro puede inducirnos
también a cambiar la Constitución para algo más que la realeza de Doña Leonor. Por tanto el modelo sirve. Y estoy seguro de que su inviabilidad actual no se debe a falta de democracia -argumento inválido tras el domingo 21 de mayo de 2006, ahí duele- o la repulsa a imitar semibárbaros subdesarrollados y sobremencionados, sino a algo tan simple como ser de un equipo: ir con Corea para no jugar contra Italia en 2002, verbigracia.

De ahí que Alemania y Francia sean igualitas que España. Ya quisieran los promotores del Estatut tener las comptencias de Baviera, estado del siglo XIX o Renania del Norte-Westfalia, creado
ex-novo, cualquier land de Alemania. Ya veremos cuando hagan el referéndum en Nueva Caledonia, que de colonia no tiene nada desde hace treinta años...

Triste colegir que también son personas los rivales ideológicos.


P.S.
Quizá las CCAA pidan competencias en seguridad, relaciones exteriores/bilaterales e inmigración por un motivo: la actualidad