ERMUA, o Epítome de la Asimetría
Cuando hace diez años comenzaron a promoverse las gigantescas movilizaciones de cientos de miles de personas, hubo quien las utilizó con fines partidistas. Su objetivo era expulsar del poder al partido e ideología gobernante, acusándole de traición al sistema y atribuyéndose la potestad de arponear la memoria del asesinado y la representatividad de los victimados políticos del horrible suceso criminal. Entonces los bandos eran sutilmente distintos y quien escarmienta ahora creyó oportuno refrendar el argumentario que le persigue.
Porque
el nacionalismo vasco es culpable y único responsable. (De los fracasos para acabar con ETA). El nacionalismo vasco es el enemigo.
Incluso gobernando en coalición, con la Ertzanza minada y la sobreactuación vasca de los sucesivos ministros-propagandistas del Interior.
Sí, empezó en 1997. Y aquellos cuantiosos manifestantes anti-ETA y pro-vascos que no votan al Partido Popular (y durante un tiempo al PSOE) se convirtieron en ciudadanos burlados por el Espíritu Espurio de Ermua.
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